DETERMINA TU CIELO HOY










El estado espiritual del pueblo de Israel del Nuevo Testamento es similar al de tiempos pasados en Egipto.
El pueblo clamaba por sed de justicia y anhelaba el Reino de los Cielos debido a la falsa imagen que mostraban los fariseos de pureza y santidad.

...
Aunque Jesús su naturaleza es divina, se bautizó, para quebrantar toda injusticia identificándose como pecador para abrir los cielos.
Juan el Bautista predicaba en el desierto, donde el agua esta muy limitada,
el arrepentimiento, siendo el agua viva que purifica, sana, abre los cielos culminando con un quebrantamiento del espíritu. "Arrepentíos el Reino de los Cielos se ha acercado....".


Debemos caminar con una actitud humilde de arrepentimiento para eliminar esos pecados, iniquidades, comportamientos y actos injustos que nos asedian haciéndonos esclavos, impidiendo avanzar donde demostramos una debilidad difícil de superar a este tipo de pecados.
Somos nosotros quienes decidimos con nuestras actitudes, aptitudes, comportamiento pecaminoso y estado espiritual decadente si abrimos o cerramos los cielos.

Una relación diaria con Nuestro Padre no puede depender de nuestros sentimientos o nuestro estado emocional.

Debemos tener un cambio en conducta, transformación, arrepentimiento determinando que el Señor extienda su mano sobre nosotros para haber un quebrantamiento en nuestra mente, voluntad, deseos, decisiones...etc.

El arrepentimiento es aceptar y activar los genes de Dios
(Juan 1:12) en nosotros para ser formados a la imagen y semejanza de Nuestro Padre
(Juan 10:30) llevándonos a una unión más eficaz para limpiar las áreas pecaminosas de nuestro espíritu y viviendo una dimensión sobrenatural (Romanos 8:17) donde tenemos el derecho de la herencia incorruptible cuando caminamos en santidad.

Determina el antes y después de tu vida.
No esperes un milagro para cambiar, el arrepentimiento mueve la Mano de Dios a tu favor.


Pastor Salmista Juan Ramón Cortes.

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